Las shecas de Xela

 Disfruta de una deliciosa SHECA 

Las familias quetzaltecas acostumbran comer  shecas con una taza de chocolate  o de café, y  combinarlas con queso, frijol o jalea. Estos  panes también son una encomienda obligatoria desde Quetzaltenango para familiares que residen en la capital o la provincia, y son infaltables en el equipaje de turistas. 



Además de su delicioso sabor y versatilidad de poder combinarse con otros productos, este alimento emblemático quetzalteco también tiene su historia, la cual se remonta a la época colonial. En un comienzo este pan era consumido únicamente por los indígenas locales, puesto que a los españoles no les parecía  atractivo  su color moreno.

El historiador Augusto Ajca hace referencia a un estudio etimológico del vocablo sheca, y se determinó que proviene del k’iche’ she, que significa sobrante o residuo, y  ka’,  piedra de moler. “Cuando vinieron los españoles, trajeron el trigo, época en la que los indígenas llamaban ka’ a la piedra de moler tradicional, pero también a la que introdujeron los españoles para moler este grano”, indica Ajca.

Algunos dicen que este pan tuvo su origen en San Marcos y otros, en Quetzaltenango, pero este dilema tiene una explicación histórica, pues antes de 1866 el primer departamento era parte del territorio de Quetzaltenango.

Sobre los comienzos de la sheca también surge la pregunta: ¿en qué momento pasó de ser morena a blanca?  “Cuando la sheca empieza a ser del agrado de los españoles, ocurre la transición. Se sabe  que las primeras shecas blancas fueron elaboradas en el Palacio Figueroa, en la zona 1 altense, donde después funcionaron los Tribunales de Justicia, pero ahí no se inventaron las shecas porque estas ya existían, sino que en ese lugar se empezaron a producir las blancas para un mercado ladino”



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